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La lucha entre la luz y la obscuridad, no debe ser traducida e interpretada como la lucha del bien y el mal, sino como una lucha entre ambas fuerzas, no para una derrotar a la otra, sino una lucha  para llegar a la unión y por ende a la divinidad. Lo que nosotros comúnmente conocemos como bien y mal, no son más que energías con diferentes vibraciones y el cuerpo físico es la poderosa herramienta que permite que ambas energías puedan estar en un solo lugar y es ahí, donde están constantemente en una lucha, pues a través de esta,  si nosotros hacemos consciencia de este maravilloso proceso, podemos lo que comúnmente se llama "iluminar las sombras". En esta publicación es mi deseo  motivarte mi amado lector a un cambio muy beneficioso, el cambio comienza en una reestructuración del viejo paradigma de la existencia del bien y del mal, sino de la existencia de niveles de energía, que están luchando para su transformación, no como ya lo mencione, una en contra de la otra, sino como